ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN TIEMPOS DE CONFINAMIENTO: MI EXPERIENCIA

CUANDO LO DIGITAL ADQUIERE VALOR Y SE AÑORA LO PRESENCIAL

UNA INTENSA DEDICACIÓN Y UNA PROFUNDA IMPOTENCIA

El confinamiento debido a la pandemia del Covic19 llegó de forma abrupta y tuvimos que estructurar rápidamente un sistema de enseñanza en la distancia para nuestro alumnado.

Reconozco que disponía de algunas herramientas digitales ya puestas en marcha con los niños y niñas de mi aula de 3º de Primaria (Aula Virtual Moodle, OneDrive,...), aunque no eran todo lo autónomos en su uso como necesitábamos y se nos quedaba pobre...

Me he sentido acompañada por el resto de mis compañeros de Claustro en el deseo de dar la mejor respuesta educativa  a nuestro alumnado, he trabajado incansablemente, en coordinación con mi paralela, para adaptar la programación didáctica a esta situación pero intentando que nuestro alumnado perdiera lo menos posible en el proceso, hemos alternado trabajos formales con nuevas iniciativas, el contacto online con el alumnado y sus familias ha sido continuo...en definitiva, una lucha sin cuartel para que nadie ni nada nos robara nuestro derecho a aprender y a enseñar.

Pero no ha sido suficiente.

Estoy cansada física y mentalmente.

Y siento una enorme impotencia.

Creo firmemente en la tecnología y en los recursos digitales para el aprendizaje, sin embargo, también necesito el contacto directo con mi alumnado para que se dé la magia de la enseñanza-aprendizaje.

No poder experimentar, razonar, dialogar, manipular, crear, ...en el aula, de modo presencial, nos ha restado una parte fundamental a mi alumnado y a mí.